jueves, 10 de septiembre de 2015

Un cambio de rumbo profesional.


Al terminar mi primera guitarra en el taller de Stephen Hill, decidí dar un cambio de dirección en la carpintería- ebanistería, oficio en el cual llevo 15 años trabajando, y adapté mi taller a las necesidades de la luthería con la idea de afrontar un periodo indefinido de transición de un oficio al otro.

Para ello tuve que acometer lo que yo considero grandes decisiones, riesgos y muuucho trabajo.

Lo primero fue construir este pequeño taller dentro de mi propio taller para trabajar dentro con los instrumentos y poder controlar la humedad y mantener la suciedad a raya.

 
 
 
Después me embarqué en la construcción de una máquina lijadora a la que bauticé con el nombre de Dulcinea y que funciona de maravilla.

 
 
 
 

 
 
Lo siguiente fue fabricarme los platos curvos para transmitir el radio a los fondos y las tapas de los instrumentos. Gracias a Pablo Requena por enseñarme a hacer esto.
 
 


 
 
 
También decidí fabricarme un medidor de espesores ya que son muy caros y al empezar todo son gastos.
 
 
 
 
 
 
 


 
 
 
 
 
 

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